Los integradores nos enfocamos en la incorporación de tecnología y plataformas a los espacios de trabajo y/o educativos. Pero también en Molver, nos involucramos en los servicios relacionados a la arquitectura audiovisual. Con esto nos referimos a poder acompañarlo en el proceso de adopting, en la garantía, actualización, post venta, mesa de ayuda y capacitación de los usuarios que participarán en ella.
En la actualidad, el término de arquitectura dinámica ha mutado del obtenido originalmente. En sus inicios, se comenzó a utilizar para hablar de los edificios que podían adaptarse a los recursos ambientales para lograr sacarles el máximo provecho. Eran construcciones vivas que podían explotar lo que la naturaleza brindaba de forma autónoma, modificando su estructura. Esta terminología relacionada al well being y al green building hoy se tomó por el mercado audiovisual para hablar de los espacios que tienen la capacidad de actualizarse y modificarse constantemente debido a la incorporación de tecnología como servicio.
Cuando un sitio de colaboración adopta herramientas que se actualizan de forma autónoma de acuerdo a las novedades y requerimientos cambiantes, se habla de que el espacio ha logrado una dinámica arquitectónica positiva para los miembros que allí interactúan. Esto es posible gracias a proyectos que no incorporan tecnología como un fijo, sino contrataciones mensuales que toman a estos elementos por lo que son, un verdadero medio para un fin. Este fin es la comunicación y la colaboración.
Estos sistemas no lineales de hardware como servicio aumentan los alcances de los espacios, logrando siempre generar sitios de altas prestaciones con una inversión constante y dentro del presupuesto. Son posibles de agregar a la dinámica de la empresa, organización e institución ya que encima, se adaptan a la moneda del lugar (pesos en el caso de Argentina). Esto es fundamental para los países latinoamericanos ya que facilita su adquisición, generando acuerdos directamente con los fabricantes que proveen la tecnología.
Encima, al poseer garantía vitalicia, estos sitios se renuevan y mantienen por si mismos. Se puede detectar las fallas antes de que ocurran a través de plataformas de monitoreo y control. Esto ocasiona que sean espacios de falla cero, modernos y autónomos. Siempre estarán listos para funcionar y dar la posibilidad a los usuarios de realizar sus tareas cotidianas colaborando con los equipos de trabajo y/o estudio de forma presencial o remota.
En Molver, nos encargamos de brindar este servicio de 360° orientado a la arquitectura dinámica de los espacios de trabajo. Para ello, le invitamos a contactarnos para coordinar una reunión y poder crear juntos este espacio dinámico e independiente de máximas prestaciones.