Continúa leyendo un resumen de la gacetilla de Molver publicada en WOW World of Work, la revista de Contract Workplaces para saber más sobre una nueva mirada con soluciones actualizadas a los requerimientos actuales.
Hoy cualquier proyecto tecnológico incluye los siguientes paradigmas: Workplace, IT, IoT, AI, Full Stack, Plataformas, UC, contenidos, AD, cloud, VPS, SaaS, DaaS, Apps, big data, machine learning, blockchain, 5G, werable, periféricos, hardware, infraestructura, etc.
¿Qué tienen en común todos estos factores? Pues que son elementos que forman parte de la revolución que ha llegado para quedarse: El Internet de las cosas. Cada uno dispone de identidad, utilidad y autonomía propia, pero su potencial verdadero se muestra cuando se conectan a la red y entre ellos. La posibilidad de interconectarlo todo y conseguir que los objetos, mudos hasta ahora, se comuniquen con otros objetos, máquinas, procesos y personas abre la puerta a una nueva revolución, que algunos se empeñan en llamar la de la Industria 4.0.
Todo eso bajo el paraguas de UX que, en estos momentos y afortunadamente, une cuatro generaciones (baby boomers’, generación X, generación Y o ‘millennials’, y generación Z o ‘centennials’) y a los usuarios con necesidades especiales.
Este escenario está regido por el mayor tirano, el tiempo. A la urgencia de adaptación al cambio que introducían los desarrollos tecnológicos se sumó la pandemia que fue un gran acelerador que nos obligó a actuar reactivamente acortando nuestros tiempos de planificación y reflexión.
Todos estos factores están provocando aceleradamente cambios de modelo en todos los ámbitos de la sociedad: educación, cultura, gobierno, empresa, ciudadanía, etc. Por lo que deberíamos referirnos al fenómeno de otra forma, como la Revolución 4.0.
Las empresas y las organizaciones ya hicieron las inversiones en tecnología que debían. La tecnología que han llegado a adquirir en el transcurso de la pandemia cubre la mayoría de las necesidades. A su vez, hoy el hardware toma otra significación porque está basado en plataformas de software que permiten que esas tecnologías, esas inversiones que se realizaron, se vayan adaptando a diferentes necesidades. El hardware se convierte en un periférico.
¿Por qué es importante esto?
Porque la tecnología preexistente siempre sirve y ya no es necesario hacer grandes intervenciones en el espacio ni mover las herramientas de lugar. Hoy el foco está en los servicios que hacen que esta tecnología tome nuevas significaciones y nuevas funcionalidades en relación a utilizar una estructura basada en software.
El software, a su vez, posee otros beneficios. Entre ellos se encuentra la posibilidad de estar constantemente monitoreando, permitiendo observar y realizar ajustes o cambios basados en la evidencia. Entonces los sistemas mantienen la vigencia a lo largo del tiempo y la adquisición e incorporación de la tecnología ya no requiere de la realización de una inversión, sino que se convierte en un proceso. Este último acompaña a los cambios de los usuarios y de las organizaciones.
¿Cómo se hace esto desde el punto de vista de Molver?
Nosotros trabajamos sobre la tecnología preexistente, por medio de un proceso de diagnóstico de necesidades que se genera con actividades dirigidas y disruptivas. Un ejemplo de esto son la implementación de procesos como el Design Thinking. Gracias a estas actividades, desarrollamos entornos donde la propia población puede generar un espacio en el que tiene la posibilidad de observar qué herramientas necesita y va acompañando los cambios de este ambiente, a medida que ocurren.
Por otro lado, también nos encargamos del monitoreo y la obtención de conclusiones entorno al uso real y el rendimiento de la tecnología. Manejar de forma centralizada las herramientas por medio de plataformas de software permite algunas acciones que son vitales para una organización.
Primero, permite establecer un lenguaje común y hacer que todo el hardware de distintas épocas, marcas y orígenes, se unifique en una única experiencia.
Segundo, da la posibilidad de que usuarios de distintos equipos, especialidades y enfoques, puedan compartir el mismo espacio, fuente de información y dinámica, sin la necesidad de involucrar en la arquitectura a un equipo de manera exclusiva. Hoy en día, en un mismo ambiente pueden convivir las áreas de IT o de infraestructura, que van ligadas a otros aspectos de la organización que no se pueden modificar tan fácilmente; con áreas de recursos humanos, clima interno o enfocadas en metodología, que requieren cambios más cotidianos, acompañando a los procesos, y que deben ser mucho más flexibles.
Entonces, este tipo de herramientas que brindamos, basadas en software, hacen que varios mundos puedan convivir sin necesidad de forzar a ninguno de ellos. Ya no existe el problema de antaño donde un equipo se encontraba limitado por no poder realizar modificaciones en la infraestructura, ni cambios complejos o inversiones importantes.
Tercero, en Molver también nos ocupamos de la actualización de estas plataformas. Este proceso ocurre constantemente desde el punto de vista funcional (nuevas innovaciones y procesos) y desde la integración (acompañando los avances de las distintas soluciones que componen el sistema total). Cada organización posee diversas tecnologías con su propio firmware, funcionando con softwares de almacenamiento en la nube, comunicaciones, control, telefonía, etc. Sin embargo, si la tecnología funcional está compuesta por variedad de elementos con su lenguaje propio, pero, a su vez, funcionan dentro de un mismo entorno de plataforma, los cambios de las partes se pueden manejar para que no afecten al todo.
Cuarto, Molver ha realizado un upgrade en la calidad de la propuesta que posee para los usuarios finales. En general, las empresas tienen un servicio de urgencias o correctivo. Nosotros ya habíamos dado un paso sobre mantenimiento y acompañamiento permanente para poder brindar un servicio preventivo. Sin embargo, hoy en día, debido al nuevo crecimiento de trabajar con plataformas que integran todo el hardware y software, nosotros podemos brindar también un servicio predictivo, analizando todas las acciones que se realizarán después, de antemano. En la actualidad, la tecnología ha dejado de ser una inversión para ser un proceso en constante cambio y nosotros, en Molver, estamos capacitados para acompañar a las organizaciones en este nuevo camino hacia un ecosistema que funcione de forma 100% coordinada con la arquitectura y, sobretodo, las personas que la utilizan.
¿Cuáles son los servicios puntuales que brindamos?
Contamos con 4 ramas principales.
- T-Bridge, que es una metodología precisa y eficiente para la realización de cualquier proyecto con independencia de su tamaño. Este servicio cubre la elaboración, dirección de proyectos y gestión de tecnología.
- SaaS / DaaS, que ayuda a hacer que la tecnología, adquirida o por adquirir, funcione dentro de un sistema único. Obteniendo una misma plataforma de software que brinde homogeneidad a las herramientas que usa, sin importar que sean de diferentes marcas.
- Customer Vision, enfocado al máximo aprovechamiento de la tecnología disponible basándonos en la prevención y la integración de los diferentes elementos en un único sistema. Brindamos soluciones de adopción para que la gente (usuario final) pueda utilizar y aprovechar la tecnología y/o plataformas adquiridas. Lo hacemos por medio del soporte y la gestión para comunicaciones en espacios de reunión o de educación.
- T-way es un servicio que dirigimos especialmente en la creación o adaptación de espacios para el trabajo o la educación orientados a la inclusión de las 5 generaciones de personas. Utilizamos la tecnología existente o por adquirir como un medio para que todos los individuos puedan expresarse en igualdad de condiciones sin importar las diferencias físicas.
El permanecer en el mercado audiovisual por 30 años nos dio el conocimiento necesario para el desarrollo de estas cuatro opciones que se adaptan a los requerimientos de la Revolución 4.0 y nos dan la posibilidad de seguir acompañando a los usuarios en la planificación, diseño y puesta en marcha de un ecosistema que funcione de forma coordinada y colaborativa.
Para finalizar, como conclusión queremos invitarlos a que se enfocan cada vez más en la solución que desean de acuerdo a las grandes dificultades que poseen para ver verdaderamente como se integra todo en “the big picture”. “Que el árbol no te impida ver el bosque” no se aplica en este caso. Desde Molver te ayudamos a poder observar ambos elementos, el todo y la suma de sus partes. Te ayudamos a controlarlo, medirlo, actualizarlo y utilizarlo en acciones que promuevan la comunicación y la didáctica.